3 tendencias de trabajo en 2030, ¡prepárate!

Si algo es seguro, es el cambio. Sin embargo, la magnitud de los cambios y la rapidez con la que ocurren pueden impactarnos de formas que no imaginamos. Uno de los retos importantes se centrará en la forma en la que nos ganamos la vida, ya sea como independientes o como trabajadores de alguna empresa.

Estamos viviendo una era con cambios radicales y acelerados; la globalización, la tecnología y la naturaleza, están modificando rápidamente la forma en la que vivimos.

Esto sin duda nos traerá muchos beneficios a la humanidad pero también algunas barreras o retos con las que las personas tendrán que enfrentarse.

Después de analizar los cambios y tendencias que impactarán en el trabajo del futuro se identifican claramente estas 3 tendencias:

  1.  Flexibilidad
  2. Búsqueda de bienestar y propósito
  3.  Orientado a habilidades

1. Flexibilidad

En el futuro, los trabajos estarán compuestos por su mayoría de personas que trabajan de forma temporal o independiente. Las empresas están buscando flexibilidad al colaborar con otras personas para crecer y cambiar rápidamente mientras disminuyen su riesgo.

Según Peter Miscovich, “para el 2030, entre 75 y 80% del mercado laboral de los países industrializados estará compuesto por personas que trabajan por cuenta propia (de forma independiente o temporalmente)”.

Después de la pandemia, las empresas ya aumentaron la búsqueda de trabajadores eventuales (consultores, freelancers, etc.). Según Gartner, empresa de consultoría e investigación, en 2021 ya el 32% de las organizaciones en Estados Unidos están reemplazando trabajadores de tiempo completo por trabajadores eventuales, debido a la flexibilidad que necesitan.

La economía digital también hará surgir “empresas de medio tiempo”, creadas para un proyecto en particular y que se disuelven una vez que el proyecto se concreta. Esto según Andrés Oppenheimer, reconocido escritor y periodista.

La flexibilidad para las empresas será una constante necesaria, pero para las personas y ahora estudiantes será un reto que involucra más competitividad, así como una mentalidad y forma de trabajar muy diferente.

2. Búsqueda de bienestar y propósito

Según el Dr. Patrick Porterel, experto en neurociencias, la claridad mental es crítica para la productividad. El estrés, la ansiedad y el miedo elevan los niveles de cortisol en el cerebro, esto interfiere con la concentración y la memoria.

Esto se volvió más inminente durante la pandemia y las empresas lo saben, por lo que están buscando formas de mejorar el bienestar físico y emocional de sus colaboradores.

Los beneficios son claros, según Gallup, agencia de análisis y asesoría, los trabajadores que tienen más satisfacción:

  • Producen substancialmente mejores resultados.
  • Tratan mejor a los clientes y atraen nuevos.
  • Son más propensos a permanecer más en la organización.
  • Son más saludables y con menos probabilidad de experimentar burnout.

Además de las empresas, los trabajadores fueron más conscientes de esto y decidieron hacer cambios en sus vidas para mejorar su bienestar. Las personas están valorando más su estilo de vida y salud.

Las personas también están buscando cada vez más que su trabajo aporte sentido a su vida, es decir, un propósito o que les apasione lo que hagan.

Tan solo en USA, un récord de 4,3 millones de estadounidenses renunciaron a sus trabajos en agosto de 2020, según datos de BLS (Oficina de Estadísticas Laborales). 

Más del 90% de los que cambiaron de trabajo dijeron que renunciaron porque la pandemia les hizo sentir que “la vida es demasiado corta para quedarse en un trabajo que no les apasionaba“, Business Insider.

Las personas están redescubriéndose y buscando dedicarse a cosas que les apasione, muchos no se sienten motivados por lo que hacen y quieren cambiarlo.

3. Orientado a habilidades de vida

 Sin duda esta tendencia será la más destacada e importante, migrar de una era de conocimiento técnico o funciones a una era de habilidades blandas o de vida tendrá el foco de nuestro esfuerzo como sociedad.

Debido a que el mundo está cambiando aceleradamente, las empresas deberán estar preparadas para reinventarse más de una vez. Buscarán sobresalir rediseñar el futuro transformándose y reimaginándose constantemente.

Esto requerirá que las personas sean este motor que mantenga la competitividad de la organización. Por lo tanto, necesitarán muy buenas habilidades de vida o habilidades blandas para poder sortear los desafíos que se les presenten.

Según la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), en el futuro, las habilidades blandas y analíticas prevalecerán versus las cognitivas y manuales.

“Hoy en día, el éxito depende cada vez más de la innovación, el espíritu empresarial y otras formas de creatividad que se basan no solo en las habilidades, sino también en capacidades menos cuantificables, como el pensamiento crítico, la inteligencia emocional y la colaboración.” -Deloitte –

Una de estas habilidades de vida destacadas será la capacidad de aprender, ser una persona que siempre esté motivada por seguir aprendiendo y mantenerse competitiva ante este futuro retador será primordial.

“La educación solía ser acerca de aprender a hacer el trabajo. Hoy, aprender es el trabajo.” – OCDE –

Como lo menciona Julie Sweet, directora ejecutiva de Accenture , “la habilidad más importante que Accenture busca en cualquier empleado, independientemente de su nivel de experiencia: la capacidad de aprender.”

Estamos viviendo una era en la que la información está cada vez más disponible y en enormes cantidades, lista para consultarla en el momento que más la necesitemos.

Según la fundación DeBruce, hay habilidades perecederas, como las habilidades técnicas, estas necesitan actualización constante o se quedarán obsoletas. Sin embargo, existen otras habilidades que son semidurables, es decir, que no tienen caducidad como las anteriores. Según DeBruce, estas habilidades son más importantes que las técnicas.

Andrés Oppenheimer, reconoce esto e identifica como habilidades del futuro las siguientes:

  • Automotivación
  • Creatividad
  • Capacidad de resolver problemas complejos
  • Detectar nuevas oportunidades

También la OCDE hace una distinción para habilidades necesarias en el futuro y estas son:

  • Relacionadas con resolución de problemas (innovación y pensamiento analítico, resolución de problemas complejos, pensamiento crítico y análisis, creatividad, originalidad e iniciativa, razonamiento, resolución de problemas e ideación).
  • Relacionadas con la auto-administración (aprendizaje activo y estrategias de aprendizaje, resiliencia, tolerancia al estrés y flexibilidad).
  • Relacionadas con el trabajo con personas (liderazgo e influencia social).

Sin duda las habilidades relacionadas con tecnología también serán importantes, pero ante un futuro cambiante y con el conocimiento cada vez más accesible, las empresas preferirán personas con habilidades de vida o habilidades blandas para guiar la organización.

Un trabajo desafiante

En el futuro cercano habrán muchísimas oportunidades de desarrollo económico para nosotros, para los niños y jóvenes actuales, sin embargo, la forma de capitalizar esas oportunidades ya no será como las que conocemos hoy. Habrá más desafíos y competencia por las mismas oportunidades, para eso será mejor comenzar a prepararnos para estas tendencias.

Las empresas también deberán migrar su cultura y organización para ser flexiblescuidar de sus colaboradores y convertirse en una organización basada en habilidades.

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